Thursday, February 09, 2006

Tuesday, February 07, 2006

El mito en la leyenda


Esos símbolos escenciales en los mitos antiguos provocan una profunda atracción dentro de nuestro espíritu, nos reconocemos en ellos y nos emocionan más allá de que no cuenten hoy con el contexto sagrado de su época cada vez que los encontremos en cualquier libro sobre mitología. Encierran un enigma que, aparte de una descripción racional, no encuentran sentido de una solución que los devele; en ese caso dejarían de ser un misterio al que tratamos de comprender atrapados en un estado de tensión que busca resolverse. Entender los mitolegemas, sus símbolos religiosos, sus arquetipos en forma de divinidades antiguas, monstruos o héroes, o sus significados más profundos, es como revivir la situación emotiva que dió paso a la situación ritual en donde interactuaba el hombre arcaico con ese mito. Todo ritual que se desarrollaba en el mundo antiguo imitaba un arquetipo divino y ocurría en un estado atemporal de repetición fuera de un concepto cronológico de continuidad histórica, como lo entendemos hoy en día. En ese inconciente colectivo sin tiempo los recuerdos individuales de los hombres carecían de importancia. El acontecimiento histórico no tenía valor en ese mundo limitado a la repetición de actos, que adquirían un presente o llegaban a ser reales en la medida que participaban de una realidad que los trascendían. Todo acto era una repetición de lo que ya había vivido otro, que no tenía por que ser un hombre.